miércoles, 18 de febrero de 2009

Cous-cous

Esta receta me la enseñó Marta hace muchísimos años y me resulta tan buena que solamente he ido añadiendo cada vez más verduras.

Freímos mucha cebolla (y zanahoria y/o calabacín).
Aparte, calentamos caldo de pollo, bien del comprado ya hecho o bien del que tengamos para hacer sopa. Una vez esté caliente, echamos en un cuenco igual cantidad de cous-cous y dejamos reposar (he comprobado que es mejor no remover).
Por otro lado, añadimos a las verduras pechuga de pollo troceada.
Una vez esté la pechuga troceada añadimos el cous-cous y echamos pasas, canela, pimentón dulce, curry, sal y un poco de vino blanco.
Dejamos que la mezcla se haga.

Nota: He comprobado que este plato se puede congelar bastante bien, aunque pierde algo de sabor y se vuelve más seco. En caso de congelarlo, se puede comer incluso frío, acompañándolo con algo de salsa de curry con piña.

Salmorejo

Esta es la receta con la que quiero inaugurar este blog, aunque sea poco apropiada, pues la hago siempre muy a ojo; pues más que los ingredientes el truco está en la textura.

En un cuenco se parte una viena de pan y alrededor de un kilo de tomates. Se añade un chorreón de agua, sal, un diente de ajo y algo de aceite de oliva virgen extra. Se bate todo esto hasta que quede todo totalmente trituraro y se añade más aceite de oliva hasta que quede cremoso.
Dejar enfriar en el frigorífico y acompañar, preferentemente, de huevo duro y jamón serrano picado. También se puede usar con tortilla de patatas, en canapés...

Nota: Alguna gente suele echar también algo de pimiento, pepino y/o vinagre, pero yo, personalmente, lo prefiero de esta forma.